Corrientes Católica

Francisco abogó por la necesidad de garantizar un trabajo justo, equitativo y digno

Al recibir a un grupo de empresarios y trabajadores, el pontífice habló sobre la relación entre trabajo digno y justicia social, y alentó a buscar las respuestas adecuadas al complejo mundo laboral.

El Papa Francisco se refirió, este miércoles, a la relación entre trabajo decente y justicia social, al recibir a un grupo de jóvenes empresarios y trabajadores, participantes en la Consulta “Cuidar es trabajo, trabajo es cuidar”, promovida por el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Integral, que preside el cardenal Michael Czerny.

El pontífice aseguró que “esta expresión, ‘justicia social’, que llegó con las encíclicas sociales de los Papas, es una palabra que no es aceptada por la economía de vanguardia”, denunció Francisco, para quien “un riesgo que corremos en nuestras sociedades actuales es aceptar pasivamente lo que sucede a nuestro alrededor, con cierta indiferencia, o porque no estamos en condiciones de plantear problemas a menudo complejos y encontrarles respuestas adecuadas”. “Pero esto significa dejar que las desigualdades e injusticias sociales crezcan, incluso en lo que respecta a las relaciones laborales y los derechos fundamentales de los trabajadores. ¡Y esto no es bueno!”, expresó el Papa.

El Santo Padre manifestó su aprecio por el proyecto “El futuro del trabajo: el trabajo después de Laudato si’”, al dar la bienvenida a los participantes, incluidos los representantes de la Organización Internacional del Trabajo, las conferencias episcopales y las congregaciones religiosas, las organizaciones católicas y otras confesionales, los sindicatos y otros grupos de base.

El cuidado es trabajo, el trabajo es cuidado
El Papa les agradeció haber ideado modelos de acción innovadores “por un trabajo justo, equitativo y digno para todas las personas” en los últimos seis años, y los animó a avanzar a la segunda fase del proyecto, impulsada por el encuentro “Cuidar es Trabajo, Trabajo es Cuidado”, construyendo una comunidad transformadora global.

“Existe una necesidad real de aunar todos nuestros recursos, personales e institucionales, para intentar una interpretación adecuada del contexto social en el que nos movemos, tratando de aprovechar su potencial y, al mismo tiempo, reconociendo de antemano aquellos males sistémicos que pueden convertirse en plagas sociales”, afirmó el pontífice.

Trabajo digno e industrias mineras
El Santo Padre continuó reflexionando sobre los cinco temas identificados por el grupo de trabajo, comenzando por el trabajo digno y las industrias mineras.

Lamentó, en ese sentido, que “la exportación de algunas materias primas con el único fin de satisfacer los mercados del Norte industrializado no haya estado exenta de consecuencias, algunas de ellas bastante graves, incluida la contaminación por mercurio o dióxido de azufre en las minas”. Dijo que es crucial que “las condiciones de trabajo y el impacto ambiental estén vinculados, prestando mucha atención a las posibles consecuencias para la salud física y mental de los involucrados, así como a su seguridad”.

 

Trabajo digno y seguridad alimentaria
Centrándose en la cuestión del trabajo digno y la seguridad alimentaria, el obispo de Roma lamentó el gran número de personas en todo el mundo que sufren altos niveles de inseguridad alimentaria aguda y requieren esfuerzos de ayuda urgentes.

“Tampoco hace falta mencionar que las zonas devastadas por la guerra, como Gaza y Sudán, albergan el mayor número de personas que enfrentan la hambruna”, dijo, antes de resaltar el hecho de que los desastres naturales y las condiciones climáticas extremas, intensificadas por el cambio climático, son, “junto con los trastornos económicos, otros factores importantes de la inseguridad alimentaria, que a su vez están conectados con vulnerabilidades estructurales, como la pobreza, la alta dependencia de las importaciones de alimentos y la infraestructura deficiente”.

Trabajo digno y migración
Abordando la tercera cuestión, que es la relación entre trabajo digno y migración, Francisco señaló que “muchas personas emigran en busca de trabajo, mientras que otras lo hacen porque se ven obligadas a huir de sus países de origen, a menudo desgarrados por la violencia y la pobreza”.

Denunció que, a menudo, los prejuicios y la información inexacta o ideológica conducen a actitudes negativas hacia esas personas, que “a menudo son vistas como un problema y una carga económica”, mientras contribuyen al desarrollo económico y social del país de acogida con su trabajo.

“Aquí me gustaría destacar la baja tasa de natalidad”, dijo, señalando que la migración ayuda a responder a la crisis provocada por esas bajas tasas.

Trabajo digno y transición ecológica justa
Finalmente, reflexionando sobre el aspecto del trabajo digno y de una transición ecológica justa, el Santo Padre subrayó la necesidad de tener en cuenta la interdependencia entre trabajo y medio ambiente, y de “repensar los tipos de trabajo que deben promoverse en aras del cuidado de los seres humanos y de nuestra casa común, especialmente en términos de las fuentes de energía que se necesitan”.+

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