Corrientes Católica

“Misioneros de la Consolata, profundicen su carisma y actúen en los nuevos areópagos de evangelización”

El papa Francisco recibió este lunes 5 de junio a los participantes del Capítulo General de los Misioneros y Misioneras de la Consolata y les pidió que “actúen en un atento discernimiento sobre la situación de los pueblos en medio de los cuales desarrollan su acción evangelizadora” y los exhortó a “no cansarse de llevar consuelo a los pueblos que a menudo son marcados por una gran pobreza y sufrimiento agudos, como por ejemplo en muchas partes de África o de América Latina”.

“Queridos hermanos y hermanas, continúen su camino con esperanza. Su consagración misionera pueda ser siempre una fuente de encuentro vivificante y santificante con Jesús y con su amor, fuente de consolación, de paz y de salvación para todos los hombres”, lo dijo el Papa Francisco a los participantes en el Capítulo General de los Misioneros y Misioneras de la Consolata, a quienes recibió en Audiencia el lunes, 5 de junio, en la Sala Clementina del Vaticano.

En su discurso, el Santo Padre saludó a los miembros de la rama femenina y masculina de la Familia Religiosa fundada en 1901, por el Beato José Allamano, con ocasión de sus respectivos Capítulos Generales. “Extiendo mi afectuoso saludo – dijo el Pontífice – a sus hermanos y a sus hermanas que trabajan, muchas veces en condiciones difíciles, en los diversos continentes, y los animo a proseguir con generosa fidelidad en su compromiso misionero ad gentes”.

Deseo ofrecerles, algunas sugerencias para que estos días de Capitulo, señaló el Papa, produzcan abundantes frutos de bien en sus comunidades y en las actividades misioneras de la Iglesia. “Ustedes están llamados a profundizar su carisma, para proyectarse con renovado impulso en la obra de evangelización – precisó el Sucesor de Pedro – en la perspectiva de las urgencias pastorales y de las nuevas pobrezas… Por ello, quisiera exhórtales a actuar un atento discernimiento sobre la situación de los pueblos en medio a los cuales desarrollan su acción evangelizadora. No se cansen de llevar la consolación a las poblaciones que muchas veces están marcadas por una gran pobreza y un sufrimiento agudo, como por ejemplo en muchas partes de África y América Latina”.

Recordando la historia del “Instituto Misiones Consolata”, el Santo Padre señaló que, como en toda familia, es una historia hecha de alegrías y dolores, de luces y de sombras, que ha sido marcada y fecundada en estos últimos años por la Cruz de Cristo. “¿Cómo no recordar aquí – se preguntó el Papa – a sus hermanos y hermanas que han amado el Evangelio de la caridad más que a sí mismos y han coronado el servicio misionero con el sacrificio de la vida?”.

Para llevar adelante esta no fácil misión, puntualizó el Pontífice, se necesita vivir la comunión con Dios en la percepción consciente de la misericordia de la cual somos objeto por parte del Señor. “Nos hará bien considerar sobre todo esta prioridad del amor de Dios gratuito y misericordioso, y sentir nuestro empeño y nuestro esfuerzo como una respuesta. En la medida en la cual somos persuadidos por el amor del Señor, nuestra adhesión a Él crece”.

En esta perspectiva, agregó el Papa Francisco, la vida religiosa puede convertirse en un itinerario de redescubrimiento progresivo de la misericordia divina, facilitando la imitación de las virtudes de Cristo y de sus actitudes ricas de humanidad. “Sepan también recoger con alegría los continuos estímulos para la renovación y para el compromiso que provienen del contacto real con el Señor Jesús – señaló el Papa – presente y operante en la misios a través del Espíritu Santo. Esto les consentirá ser operosamente presentes en los nuevos areópagos de evangelización, privilegiando, también si eso tuviera que comprender los sacrificios, la apertura a las situaciones que, se revelan emblemáticas para nuestro tiempo”.

Siguiendo el ejemplo de su Beato Fundador, concluyó el Obispo de Roma, no se cansen de transmitir un nuevo impulso a la animación misionera. Será sobre todo su fervor apostólico a sostener las comunidades cristianas a ustedes confiadas, en particular aquellas de reciente fundación. “En el esfuerzo de recalificación del estilo del servicio misionero – puntualizó el Papa – será necesario privilegiar algunos elementos significativos, tales como la sensibilidad por la inculturación del Evangelio, el espacio dado a la corresponsabilidad de los operadores pastorales, la elección de formas simples y pobres de presencia entre la gente. Una atención especial – agregó – meritan el dialogo con el Islam, el compromiso por la promoción de la dignidad de la mujer y de los valores de la familia, la sensibilidad por los temas de la justicia y de la paz”.

(Renato Martinez – Radio Vaticano)

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