Corrientes Católica

Francisco “las grandes cosas que el Señor hace en el mundo con los humildes”,fiesta de la Asunción de la Santísima Virgen María

Cada 15 de agosto en toda la Iglesia se celebra la fiesta de la Asunción de la Santísima Virgen María, último dogma proclamado por el Papa Pio XII el 1 de noviembre de 1950 en que se publicó la constitución apostólica Munificentissimus Deus, en la cual el papa, basado en la tradición de la Iglesia católica, tomando en cuenta los testimonios de la liturgia, la creencia de los fieles, los testimonios de los Padres y Doctores de la Iglesia y con el consenso de los obispos del mundo, declaraba como dogma de fe la Asunción de la Virgen María, esta fiesta tiene un doble objetivo: La feliz partida de María de esta vida y la asunción de su cuerpo al cielo.

La Iglesia católica celebra esta fiesta en honor de María en Oriente desde el siglo VI y en Roma desde el siglo VII. Durante el siglo VI fue llamada la Dormitio o Dormición de María, en que se celebraba la muerte, resurrección y asunción de María. En el siglo VII el nombre pasó de «Dormición» a «Asunción».

En este día especial el Papa Francisco tras reflexión del Ángelus ante miles de personas presentes en la Plaza de San Pedro, Francisco destaco que “las grandes cosas que el Señor hace en el mundo con los humildes” son posibles “porque la humildad es como un vacío que deja lugar a Dios”.

“El humilde es potente porque es humilde, no porque sea fuerte. Esta es la grandeza del humilde” -menciono

Por otra parte cuestionó a todos los presentes: “Yo quisiera preguntarles, también a mí. No se responde en voz alta, cada uno responde en el corazón. ¿Cómo va mi humildad?”

Francisco recordó que el Evangelio presenta de ese día el pasaje de la visitación de la Virgen a su prima Isabel y subrayó que “el don más grande que María lleva a Isabel –y al mundo entero– es Jesús” que “ha tomado carne humana para su misión de salvación”.

De este el papa Francisco continuando con el desarrollo del pasaje mencionado agrego también que “portando a Jesús, la Virgen porta también para nosotros una alegría nueva, llena de significado, nos da una nueva capacidad de atravesar con fe los momentos más dolorosos y difíciles, nos da la capacidad de misericordia, para perdonarnos, comprendernos, y sostenernos los unos a los otros”.

“María es modelo de virtud y de fe. Al contemplarla hoy asunta al Cielo, al cumplimiento final de su itinerario terreno, le agradecemos porque siempre nos precede en el peregrinaje de la vida y de la fe. Ella es la primera discípula”.

A ella, concluyó el Papa Francisco, “le pedimos que nos custodie y nos sostenga, que podamos tener una fe fuerte, gozosa y misericordiosa, que nos ayude a ser santos, para encontrarnos con ella, un día en el Paraíso”

Comentar!

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.