En el marco de la Solemnidad de Todos los Santos, la Diócesis de Goya vivió ayer una jornada de profunda fe y comunión al celebrar el Jubileo de la Vida Consagrada, Sacerdotes y Diáconos, en un encuentro que reunió a toda la comunidad eclesial.
La celebración tuvo lugar en la Basílica de Nuestra Señora de Itatí, en el corazón de la fe correntina, y fue presidida por el Obispo de Goya, Monseñor Adolfo Canecín.
El momento central fue la Eucaristía, que contó con la participación de miembros de la Vida Consagrada, numerosos sacerdotes, diáconos y diáconos permanentes acompañados por sus esposas, subrayando la importancia de este año jubilar para la Iglesia local.
La jornada se destacó por su espíritu de unidad, oración y gratitud, reafirmando el compromiso de los ministros de la Iglesia y de la comunidad en la misión pastoral de Goya y la región.



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