Corrientes Católica

Resistencia: 80 feligreses se consagraron a Jesús por María en una emotiva celebración en la Parroquia de la Asunción

En el marco de la solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María, este 8 de diciembre, 80 feligreses realizaron su consagración a Jesús por medio de María en la parroquia Nuestra Señora de la Asunción, ubicada en Asunción 685, Villa San Martín, en Resistencia.

La ceremonia estuvo presidida por el padre Julián Duarte, responsable del Movimiento Sacerdotal Mariano (MSM) en Chaco, y reunió a una multitud de fieles que colmaron el templo para vivir una jornada de profunda devoción mariana.

Los consagrados, acompañados por sus familias, recibieron de manos del sacerdote el Escapulario Verde del Inmaculado Corazón de María, símbolo de protección y entrega espiritual. La emoción fue protagonista durante toda la celebración, marcada por cánticos, oraciones y la ferviente veneración a la Madre de Dios.

El Movimiento Sacerdotal Mariano en Resistencia

El MSM, fundado en 1972 por el padre Stefano Gobbi —actualmente en proceso de beatificación—, promueve la espiritualidad mariana y la vida de oración. En el Gran Resistencia, distintos Cenáculos funcionan en varias capillas, reuniendo a la comunidad para el rezo del Santo Rosario y la consagración al Corazón Inmaculado de María.

Quienes deseen sumarse o conocer más información pueden comunicarse al 3624-338010, a nombre de Pilar Doti.

Cenáculo Eucarístico todos los viernes

El MSM invita además a participar del Cenáculo Eucarístico, que se realiza todos los viernes a las 18 en la parroquia Nuestra Señora de la Asunción. Allí, los fieles se reúnen para rezar el Rosario, adorar a Jesús Sacramentado y renovar su entrega a la Virgen.

El significado del Inmaculado Corazón de María

El Inmaculado Corazón representa la pureza, amor y total entrega de María a Dios:
– Su “sí” en la Anunciación.
– Su unión incondicional con Jesús en la misión redentora.
– Su docilidad al Espíritu Santo y su vida libre de pecado personal.

Es la expresión de su profunda vida interior, capaz de atravesar gozos y sufrimientos sin apartarse jamás de la fidelidad a Dios.

¿Por qué lo honramos?

San Juan Pablo II lo explicó claramente:
“De María aprendemos a amar a Cristo… A ser fieles y confiar en que la Palabra de Dios se cumplirá en nosotros.”

Honrar el Corazón Inmaculado es, al mismo tiempo, honrar a Jesús. Y también reconocer a María como Madre de todos los creyentes, cuyo amor —como afirmó San Luis de Montfort— supera incluso al de todas las madres juntas.

La jornada del 8 de diciembre dejó un mensaje de esperanza y fe viva en la comunidad de Resistencia, reafirmando la presencia y el consuelo de la Virgen en la vida de los fieles.

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