Es una pregunta que se hacen muchos católicos. A partir del quinto Domingo de Cuaresma y hasta el Viernes Santo, en algunas iglesias las imágenes de santos y crucifijos se cubren con una tela morada, propia del tiempo litúrgico.
¿Es obligatorio? La respuesta a esta pregunta la dio el padre José de Jesús Aguilar, de la Arquidiócesis de México: No, no es obligatorio, pero es una tradición de la Iglesia que se conserva aún en algunos templos.
El sacerdote también expuso las razones del por qué se cubren las imágenes.
Que nada distraiga al cristiano de su conversión
En todas las iglesias hay bellas esculturas y obras de arte que ‘roban’ nuestra mirada, al cubrirlas se evita las distracciones, nuestros sentidos pueden enfocarse en las palabras del Evangelio del día.
“La idea es que nada distraiga al cristiano en su proceso de conversión. Así podrá descubrir con mayor profundidad el amor de Dios a través de su Hijo Jesucristo y en los santos un ejemplo a seguir. De hecho, durante la celebración del Viernes Santo por la tarde se va descubriendo poco a poco la imagen de Cristo crucificado, hasta dejarla totalmente visible”.
Es una forma de penitencia
Cuando inició la tradición de cubrir imágenes también se interpretaba como una penitencia, “pues la persona se sentía indigna de contemplar las imágenes de Dios y sus santos”.
Es un signo de duelo, de viudez
“Son días de duelo y la Iglesia se cubre con el velo de la viudez. El tiempo de Pasión está consagrado de un modo especial al recuerdo de los sufrimientos de Cristo por el que hemos obtenido la redención. Cuando veamos el templo vacío, porque ninguna de las imágenes sea visible, pensemos que eso sucede en la Iglesia cuando Cristo no está. Si Jesús no hubiera resucitado, nuestra fe sería vana, y las imágenes en el tempo no tendrían ningún sentido”.
“Nos recuerda de una manera visual que nuestra fe en toda su gloria solo es posible a través de la obra de Cristo en su sufrimiento y muerte en la cruz”.
Comentar!