Corrientes Católica

Obispos patagónicos llaman a vivir una Navidad comprometida con los pobres y la fraternidad

Los pastores del sur argentino invitan a contemplar el amor de Cristo hecho cercanía, a reconocerlo en los más frágiles y a construir una sociedad más justa, solidaria y abierta al Reino de Dios.

En su videomensaje de Navidad, los obispos de la Región Patagonia-Comahue propusieron volver al centro del misterio cristiano a partir de una frase clave del Evangelio: “Te he amado”. Con esas palabras, que abren y cierran la primera exhortación del papa León XIV, los pastores animaron a las comunidades del sur argentino a renovar su fe desde el amor concreto, especialmente hacia los pobres, los migrantes y los más vulnerables.


Inspirados en la carta del Apocalipsis a la comunidad de Filadelfia -una Iglesia pequeña, golpeada por terremotos y acostumbrada a recomenzar-, los obispos señalaron un fuerte paralelismo con la realidad patagónica y con la historia de la Argentina, marcada por crisis recurrentes y la necesidad constante de reconstrucción.

“La contemplación del amor de Cristo nos ayuda a poner más atención al sufrimiento y a las carencias de los demás, pero también nos fortalece para participar en su obra de liberación”, afirmaron y subrayaron que el seguimiento de Jesús implica asumir sus sentimientos y opciones más profundas, especialmente su predilección por los pobres.

Fe y compromiso
En el mensaje se remarcó que existe un vínculo inseparable entre la fe cristiana y el compromiso con los más excluidos. Desde la fe en Cristo que se hizo pobre, expresaron, brota la preocupación por el desarrollo integral de los más abandonados de la sociedad.

“El corazón de Dios tiene un sitio preferencial para los pobres y todo el camino de nuestra redención está signado por ellos”, señalaron.

Los obispos también llamaron a reconocer en cada persona la imagen de Cristo, en particular en los migrantes y refugiados, invitando a superar miradas reduccionistas que los consideran solo un problema. En ese reconocimiento, afirmaron, se abre una oportunidad providencial para construir una sociedad más justa, una democracia más plena, un país solidario y un mundo más fraterno.

Al reflexionar sobre la vida eclesial, advirtieron que toda comunidad cristiana corre el riesgo de disolverse si pretende subsistir tranquilamente sin ocuparse creativamente de que los pobres vivan con dignidad y de que nadie quede excluido. Alertaron, además, sobre la “mundanidad espiritual”, que puede disfrazarse de prácticas religiosas vacías y discursos estériles.

Camino para alcanzar la paz
En clave espiritual, recordaron una conocida cadena de frutos: “El fruto del silencio es la oración; el fruto de la oración es la fe; el fruto de la fe es el amor; el fruto del amor es el servicio; y el fruto del servicio es la paz”. En este sentido, invitaron a vivir el silencio de Belén como camino para alcanzar la paz que trae el Niño Dios.

Finalmente, dirigieron un saludo especial a las diócesis de Neuquén, Viedma, Alto Valle del Río Negro, San Carlos de Bariloche, Rawson, Esquel, Comodoro Rivadavia y Río Gallegos, deseando que esta Navidad todos puedan escuchar nuevamente la voz de Jesús que dice: “Te he amado”. “Eso es la Navidad”, concluyeron.

Participan del videomensaje los obispos Fernando Croxatto (Neuquén), Esteban Laxague SDB (Viedma), Juan Carlos Ares (San Carlos de Bariloche), Jorge Wagner (Comodoro Rivadavia), Roberto Álvarez (Rawson), José Slaby C.Ss.R (Esquel), Ignacio Medina (Río Gallegos), Fabián Balsa (auxiliar de Río Gallegos) y Oscar Miñarro (administrador apostólico de Alto Valle del Río Negro).+

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