Por la crecida del río Neuquén, tras el temporal, hay familias afectadas por la inundación que se generó en Centenario, Vista Alegre, Cipolletti y el norte neuquino. En este marco Sebastián y Dylan tuvieron una saludable iniciativa.
“En auto no se puede salir porque además de arruinarlos mandás el agua adentro de las casas. Así que el caballo es ideal para esta circunstancia”, explica Dylan y lamenta el panorama que no tiende a mejorar…
Ayudante de alabañil, cuando no hay trabajo asegura que se las rebusca con las changas y como “también me gusta hacer pan, me salen ricas las torta fritas. La mujer de Sebastián, mi compinche y pariente, fue la que esta vez las hizo. Estaban riquísimas”.
Por las noches, los trotes en el pingo sirven también para reforzar la seguridad, si bien “todos los vecinos estamos unidos y atentos”.
Sebastián, otro pingazo
Es el dueño del caballo. El también repasa la saludable iniciativa: “Estaba todo inundado, vimos que la gente se estaba mojando y le comenté a mi señora: ¿qué te parece si hacemos unas tortas fritas y salimos a repartir’. Ella me preguntó pero en qué vas a ir. Y le respondí: “no te olvides que está Regalito en el fondo”.
“Así fue como se puso a amasar y lo fui a buscar a mi primo Dylan, que se copó y le sumó café, termo con agua para el mate y nos fuimos a repartir”, amplía a punto de subirse una vez más al incondicional animal para inspeccionar esas cuadras.
“Regalito es un caballo muy noble”, resume. El nombre del zaino colorado se ajusta a la perfección a esta historia. Un caballo tan noble como Dylan y Seba, que ofrecen de corazón y sin que le sobre nada ayuda a la gente. Dos caballeros. ¡Buenos vecinos!
FUENTE: CM CIPOLLETTI
Comentar!