Corrientes Católica

Monte Caseros celebra a su Patrona: la Virgen del Rosario

Como cada año, la comunidad de Monte Caseros se une en una jornada especial de fe, tradición y alegría para honrar a su Patrona, Nuestra Señora del Rosario, en una de las festividades religiosas más importantes de la ciudad.

La celebración del 7 de octubre convoca a cientos de fieles que, con profunda devoción, acompañan la imagen de la Virgen en procesión por las calles, renovando su compromiso espiritual y agradecimiento por la protección recibida a lo largo del año.

Una devoción con siglos de historia

La veneración a la Virgen del Rosario tiene raíces profundas en la historia cristiana. Según la tradición, en el año 1208, la Virgen María se apareció a Santo Domingo de Guzmán y le entregó el rosario, pidiéndole que promoviera su rezo como camino de salvación y fortaleza espiritual. Más adelante, su festividad fue instituida por la Iglesia tras la Batalla de Lepanto (1571), cuya victoria fue atribuida a su intercesión.

Desde entonces, Nuestra Señora del Rosario se convirtió en un símbolo de esperanza para millones de fieles en el mundo, y en particular, en la guía espiritual de Monte Caseros.

Programa de actividades – Martes 7 de octubre

La jornada festiva en Monte Caseros está marcada por momentos de encuentro comunitario y fervor religioso:

  • 12:30 hsAlmuerzo comunitario: una instancia de fraternidad para compartir entre vecinos y visitantes.

  • 16:00 hsProcesión con la imagen de la Virgen del Rosario, seguida de la celebración de la Santa Eucaristía, presidida por autoridades eclesiásticas locales.

  • 17:30 hsFestival musical en honor a la Patrona, con artistas locales, servicio de cantina y una invitación abierta a llevar silletas y compartir en familia.

Una fiesta que une fe, cultura e identidad

La celebración de la Virgen del Rosario no es solo una manifestación religiosa, sino también un acto de identidad colectiva. Es la ocasión en que los casereños reafirman sus raíces, su fe y el compromiso con una tradición que se transmite de generación en generación.

Con cada rezo, con cada canción y cada paso en la procesión, Monte Caseros honra a su Patrona como protectora y guía, fortaleciendo el espíritu de unidad y comunidad que la distingue.

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