En el marco de las fiestas patronales en honor a la Virgen de la Merced, patrona de la ciudad, el arzobispo de Corrientes, José Adolfo Larregain, recibió este miércoles el palio arzobispal de manos del nuncio apostólico en Argentina, Miroslaw Adamczyk, en una ceremonia que estuvo precedida por una emotiva procesión por las calles céntricas.


“Es la primera vez que algo así se realiza en Corrientes”, expresó el prelado, al explicar que el palio representa al Buen Pastor que lleva sobre sus hombros a la oveja herida o perdida. También destacó el bordado de la prenda litúrgica: “Cada cruz recuerda las heridas de Jesús y los tres clavos de su pasión, signo de un pastor que se entrega por su pueblo”.
La celebración contó con una gran participación de fieles, convocados por el arzobispo desde “los cuatro puntos cardinales” de la provincia. En su mensaje, Larregain invitó a vivir este momento como parte del Año de la Esperanza, rezando “para que, como peregrinos de la esperanza, sigamos con la mirada puesta en Jesús, el Señor”.
La ceremonia en Corrientes se enmarca en la serie de imposiciones de palio realizadas este año a los nuevos arzobispos argentinos. En junio, en Roma, lo recibieron Gustavo Carrara, arzobispo de La Plata, y Raúl Martín, arzobispo electo de Paraná.


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