A pesar de las temperaturas extremas que superan los 40°, miles de peregrinos santiagueños continúan su marcha rumbo a la Catedral de Catamarca para honrar a la Virgen del Valle. En bicicletas, motos o simplemente a pie, la devoción vuelve a imponerse sobre el calor que domina el Valle Central en el marco de las Fiestas Marianas 2025.
Según el último informe policial, entre el 29 de noviembre y el mediodía de este sábado ingresaron a la provincia 46.181 vehículos y 110.697 peregrinos, transformando los puestos camineros de El Portezuelo y Nueva Coneta en verdaderas puertas de fe.
Las rutas muestran una postal que se repite cada diciembre: promesantes exhaustos, pero firmes; familias alentando desde la banquina; grupos que avanzan cantando; y una devoción que atraviesa generaciones. Entre los contingentes más numerosos se encuentran los provenientes de Tucumán, Salta, Jujuy, La Rioja y, especialmente, Santiago del Estero, donde la fe en la “Morenita del Valle” es tradición arraigada.
En la vera del camino también se multiplican los gestos solidarios. Una familia del barrio Huaico Hondo improvisó un parador para asistir a los caminantes con agua fresca, frutas y cereales. “Solo queremos ayudarlos a que sigan”, contaron mientras acompañaban a quienes luchan contra el agotamiento y el calor extremo.
Entre las historias más emotivas está la de Julio Méndez, de 80 años, quien inició su peregrinación número 38 hacia la Virgen del Valle. Partió desde la gruta ubicada en Libertad y Aguirre, acompañado por hijos y nietos que lo despidieron entre lágrimas y orgullo. “Es una promesa de toda la vida”, dijo antes de retomar su camino.
Mientras Catamarca se prepara para la celebración central del próximo lunes 8 de diciembre, los peregrinos continúan avanzando con el mismo mantra silencioso que se repite cada año: el sol quema, pero la fe empuja más fuerte.
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