La Familia Salesiana se encuentra de fiesta, ya que este 1 de abril se cumplen 90 años de la canonización de Don Bosco ante una inmensa multitud que se congregó el Domingo de Resurrección de 1934 en el Vaticano. De esta manera se confirmaron las últimas palabras proféticas que el santo pronunció antes de morir.
De acuerdo a la Agencia de Noticias Salesiana (ANS), este gran acontecimiento se dio “al concluir el Año Santo de la Redención”, que inició en 1933 con motivo de los 1900 años de la pasión, muerte y resurrección de Jesús.
Los detalles de lo que se vivió están en las Memorias Biográficas, conjunto de 19 tomos sobre la vida de San Juan Bosco, patrono de la juventud.
Allí se narra que luego de que el Papa declaró santo a Don Bosco, estalló una “formidable aclamación, acompañada de frenéticos aplausos. Parecía imposible poder refrenar aquel ímpetu de exaltación colectiva”.
De pronto las campanas de la Basílica de San Pedro “y de las trescientas iglesias de Roma” empezaron a sonar anunciando esta buena nueva. Además, se soltaron dos palomas mensajeras que emprendieron vuelo hasta Turín, donde el santo inició su obra, con un mensaje que decía que el fundador ya era santo.
Posteriormente se celebró una Misa solemne en la que el Papa Pio XI resaltó algunos rasgos de la santidad de Don Bosco.
El Pontífice indicó que cuando el santo se encontraba ante dificultades, burlas y mofas, solía mirar al cielo y decir: “Hermanos míos, esta es obra de Dios, es voluntad del Señor: por tanto, el Señor está obligado a dar los medios necesarios”.
Es tradición que cuando se canoniza a un nuevo santo en el Vaticano se contemple una imagen, a modo de estampa. Es así que la imagen que se expuso fue la de Don Bosco sobre una nube y escoltado por ángeles.
El santo aparece arrodillado, con la mano derecha en el pecho y con la izquierda tratando de alcanzar a Cristo resucitado. El Señor aparece de pie, mirando hacia arriba y señalando con su mano derecha hacia la gloria del paraíso.
La última profecía de Don Bosco
Don Bosco antes de morir se despidió de sus hijos diciendo: “Díganle a mis muchachos que los espero a todos en el Paraíso”. Él tenía la certeza de que se iba al cielo, pero nadie podía dar fe de esto. Con su canonización, la Iglesia Católica confirmó públicamente que Don Bosco efectivamente está en el cielo, con lo que su última profecía se cumplió.
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