Corrientes Católica

Gaza, padre Romanelli: la llamada con el Papa fue una bendición

El padre Gabriel Romanelli, párroco de la iglesia de la Sagrada Familia en Gaza, calificó como “una bendición” la llamada telefónica que recibió del Papa León XIV el pasado martes 9 de septiembre, en medio de la tensa situación que atraviesa la Franja de Gaza tras una nueva orden de evacuación emitida por Israel.

En un video compartido por los medios vaticanos, Romanelli relató que el Pontífice se comunicó con él para expresarle su cercanía, enviarle su bendición y orar por la comunidad católica local, duramente golpeada por la guerra.

“Queridos hermanos, espero que estén bien. Nosotros estamos bien, a pesar de la terrible situación en toda la Franja de Gaza. Ayer vivimos una gran alegría… el Papa nos llamó”, dijo el sacerdote argentino al inicio de su mensaje.

El Papa expresó su preocupación

Horas antes, al salir de su residencia en Castel Gandolfo, el Papa había manifestado su inquietud por la falta de contacto con el sacerdote:

“He tratado de llamarlo, pero no tengo noticias. Seguramente estaban bien, pero después de esta nueva orden ya no estoy seguro”, había dicho, en alusión a la instrucción israelí de evacuar Gaza City ante una posible intensificación de los ataques militares.

Iglesia católica de la Sagrada Familia en Gaza

Esa misma noche, el padre Romanelli confirmó a través de redes sociales que la llamada del Santo Padre se concretó:

“Nos preguntó cómo estábamos y cómo era la situación. Nos envió su bendición y rezó por nosotros y por la paz”.

Una llamada interrumpida por la liturgia

En su testimonio, el párroco explicó que no pudo atender la llamada de inmediato:

“Cuando el Papa llamó, estábamos en medio de una larga celebración litúrgica muy hermosa. Después logré ponerme en contacto con él”, contó.

Permanecen junto a la comunidad

Romanelli también compartió detalles sobre la vida en la parroquia, que ya había sido golpeada por un ataque en julio pasado. Actualmente, acoge a unos 450 refugiados, incluyendo ancianos, enfermos, niños y familias enteras.

“Seguimos aquí en la parroquia con las personas de las que nos ocupamos. En otras partes de Gaza, la gente se está desplazando hacia el sur. Pero la mayoría no quiere irse”, dijo el sacerdote.

Según explicó, muchos prefieren quedarse a pesar del riesgo:

“En todas partes hay peligro, hay bombardeos, hay un riesgo real, hay muerte, destrucción y heridos”.

A pesar de la difícil situación, la parroquia continúa desarrollando actividades cotidianas y prestando ayuda humanitaria a numerosas familias.

Un matrimonio y una nueva vida

El padre Romanelli también compartió dos hechos significativos ocurridos el martes 9. Durante la misa del día, una pareja de la comunidad católica contrajo matrimonio, en lo que describió como “una gran alegría”.

Además, ese mismo día nació un bebé entre los refugiados:

“En medio de tanto dolor, hoy tuvimos otra gran alegría: el nacimiento de un niño llamado Marcos. Dios nos bendice siempre”, afirmó.

Un llamado constante a la oración por la paz

El párroco concluyó su mensaje pidiendo continuar rezando por la paz en la región y en el mundo:

“Como verán en las noticias, todo Oriente Medio está patas arriba. Estamos convencidos de que el final de esta guerra traerá un poco más de serenidad —aunque no signifique paz plena—. Seguimos pidiendo a Dios el milagro de la paz, por intercesión de la Santísima Virgen”.

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