“Los efectos catastróficos del cambio climático nos hacen responsables ante Dios”, según destacó el Papa Francisco, este lunes 5 de junio en el Vaticano, al dirigirse a los participantes y organizadores del Green&Blue Festival, en el Día Mundial del Medio Ambiente, e hizo un llamado a reconocer nuestra responsabilidad compartida para tomar acciones concretas para proteger el planeta.
Con actos programados hoy en Roma y del 6 al 8 de junio en Milán, el festival reúne a participantes italianos y de todo el mundo, unidos en su compromiso de combatir urgentemente el cambio climático.
Durante la audiencia, el Papa animó a los presentes en cuanto a su compromiso con la protección del medio ambiente. También llamó la atención sobre los desastres naturales cada vez más violentos que devastan el mundo, e instó a la comunidad internacional y a todas las personas de buena voluntad a hacer su parte para salvaguardar nuestra Casa Común.
“Los expertos señalan claramente cómo las opciones y acciones implementadas en esta década tendrán un impacto durante miles de años. Se ha ampliado nuestro conocimiento sobre el impacto de nuestras acciones en nuestra Casa Común y en quienes la habitan y habitarán”.
“Esto -insistió el Papa- aumentó también nuestro sentido de responsabilidad ante Dios, que nos confió el cuidado de la Creación, ante nuestro prójimo y ante las generaciones futuras”.
Si bien la humanidad del período posindustrial, sostuvo Su Santidad, “puede ser recordada como una de las más irresponsables de la historia”, agregó, “es de esperar que la humanidad de principios del siglo XXI sea recordada por asumir generosamente sus graves responsabilidades”.
El fenómeno del cambio climático, dijo el Santo Padre, nos recuerda con insistencia nuestros deberes, especialmente con los más pobres y frágiles, que son los que menos contribuyen al fenómeno, pero son los que más lo sufren.
“Es necesario hoy”, instó el Papa, “que toda la comunidad internacional ponga como prioridad la realización de acciones colegiadas, solidarias y con visión de futuro”, reconociendo “la magnitud, la urgencia y la belleza del desafío que tenemos por delante”.
Se requiere un cambio de rumbo
El Papa Francisco reconoció que se trata de un gran y exigente desafío, “porque requiere de un cambio de rumbo, un cambio decisivo en el actual modelo de consumo y producción”, alimentado con demasiada frecuencia por una cultura del descarte, llena de indiferencia.
“Además, como indican muchos en el mundo científico, cambiar este modelo es ‘urgente’ y no puede posponerse más”. El Papa llamó a educarnos en cómo proteger el planeta y cómo eso, a su vez, puede transformar la sociedad. Aplaudió varias oportunidades e iniciativas destinadas a abordar con seriedad este desafío, y destacó la necesidad de un compromiso compartido en todos los niveles, “desde las pequeñas decisiones cotidianas hasta las políticas locales, pasando por las internacionales”.
El Santo Padre reconoció asimismo los gastos adicionales y el sacrificio que se requieren a menudo para proteger adecuadamente el medio ambiente, y elogió a aquellos que tienen en mente el panorama general para el futuro de la humanidad.
“Es necesario acelerar este cambio de rumbo a favor de una cultura del cuidado”, dijo, donde el cuidado de la dignidad humana y el bien común estén en el centro.
Esperanza para las generaciones futuras
El Papa Francisco concluyó agradeciéndoles a los presentes todo lo que hacen para proteger el medio ambiente. “No les robemos a las nuevas generaciones la esperanza de un futuro mejor”, expresó.
Este festival por el medio ambiente se llevará a cabo durante cuatro días en diferentes lugares. El evento, que “tiene como objetivo no solo resaltar la necesidad urgente de abordar el cambio climático, sino también enfatizar acerca de las inmensas oportunidades que presenta la transformación necesaria”, cuenta con una serie de invitados distinguidos, charlas y actuaciones musicales que buscan fomentar una atmósfera de colaboración.+
Comentar!