Corrientes Católica

Francisco pide una espiritualidad de reparación para abordar los abusos del clero

El Papa Francisco se refirió este sábado 24 de junio al “particular camino de purificación que la Iglesia está experimentando debido a las tragedias de los abusos”, lo hizo al dirigirse a un grupo de participantes en el capítulo general de la congregación de los Siervos del Paráclito a los que recibió en el Vaticano.La congregación fue fundada en 1947 en Nuevo México, Estados Unidos, por el padre Gerald MC Fitzgerald, con la misión de ministrar a sus compañeros sacerdotes y religiosos con dificultades personales, incluido el abuso del alcohol y los trastornos sexuales, ofreciendo programas espirituales y holísticos para la renovación vocacional a través de dirección espiritual, terapia individual y grupal, convivencia supervisada, educación y formación permanente, oración y contemplación.

 

Ahora opera en varios otros países del mundo, incluidos el Reino Unido, Francia, Italia, Filipinas, países africanos y sudamericanos.

El capítulo general se centra en discernir nuevos caminos de misericordia y proximidad a los sacerdotes necesitados para realizar este carisma con fidelidad dinámica.

Servir a Cristo en sus sacerdotes
Al presentar su discurso a unos 55 sacerdotes y hermanos que asistieron a la audiencia, el Papa Francisco señaló que el lema de los Institutos “pro Christo Sacerdote” resume bien su vocación particular de servir a Cristo en sus sacerdotes, bajo la guía del Espíritu Santo, el Paráclito.

“En el momento actual esto significa también compartir el particular camino de purificación que la Iglesia está experimentando debido a las tragedias de los abusos”, dijo el Papa, reiterando que “el pecado desfigura, y de él tenemos una experiencia dolorosa, humillante, cuando nosotros mismos o uno de nuestros hermanos sacerdotes u obispos cae en el abismo sin fondo del vicio, de la corrupción, o peor aún, de los crímenes que arruinan la vida de los demás”. Este contexto, subrayó, hace que la misión de los Siervos del Paráclito sea aún más importante hoy.

“En una situación como esta, acotó, ser ‘Siervos del Paráclito’ requiere que dediques tu vida a acompañar a algunos sacerdotes y hermanos consagrados, ofreciendo a cada uno un camino de ascesis, conversión y renovación espiritual y vocacional”

“Con el espíritu y el estilo del Buen Samaritano, están junto a estos cohermanos, compartiendo con ellos la vida y la oración diaria”, continuó el Papa. “Sobre todo, los insertan en una comunidad, una comunidad orante, que ayuda a redescubrir la armonía de vida que una crisis vocacional siempre compromete”.

Profundizando una espiritualidad de reparación
Invitó, por tanto, a los miembros de la congregación a profundizar en esta “espiritualidad de la reparación” a partir de “la necesidad de la purificación, al servicio de la santidad de los Pastores del Pueblo de Dios”.

En este sentido subrayó la importancia de ayudar a redescubrir el primado de la vida espiritual, “en la conciencia de que la madurez sacerdotal se realiza cuando el Espíritu Santo se convierte en protagonista de la vida de los ministros ordenados”.

“La duplicidad no debe ser tolerada sino sacada a la luz, a la luz del Espíritu. Sólo Él nos cura de las infidelidades. Que el Espíritu los ayude a mirar a cada sacerdote con los ojos de Jesús, con su amor, con su ternura”.

El Santo Padre concluyó deseando a los Siervos del Paráclito un “buen camino como testigos del Evangelio de la misericordia” e invocó sobre ellas el acompañamiento y protección de la Virgen María.+

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