El Papa Francisco lamentó el enfrentamiento protagonizado por mujeres integrantes de una organización criminal en una cárcel femenina de Honduras, donde decenas de presas murieron el pasado 20 de junio.
Tras el rezo del Ángelus del domingo 25 de junio, el Santo Padre aseguró sus oraciones por las mujeres fallecidas y sus familias y pidió que “la Virgen de Suyapa ayude a los corazones a abrirse a la reconciliación y a la fraternidad, incluso dentro de las cárceles”.
Además, en un tuit publicado este lunes, instó a detener “el horror de la tortura” y afirmó que es imprescindible que la comunidad internacional “ponga la dignidad de la persona por encima de todo y se comprometa sin demora con la abolición de la tortura y el apoyo a las víctimas”.
El martes 20 de junio, se produjo un enfrentamiento entre pandillas rivales del Centro Femenino de Readaptación Social (CEFAS) de Tamara, cercano a la capital de Tegucigalpa, donde decenas de reclusas perdieron la vida.
La matanza fue perpetrada por mujeres pertenecientes a la llamada pandilla del “Barrio 18”, quienes dispararon, atacaron con arma blanca y prendieron fuego a las reclusas de otra organización criminal conocida como “Mara Salvatrucha”.
Tras lo ocurrido, la presidente del país, Xiomara Castro, destituyó al ministro de seguridad Ramón Sabillón y aseguró que se tomarán “medidas drásticas”.
La Mara Salvatrucha y el Barrio 18 son organizaciones criminales extendidas principalmente en países como Guatemala, Belice, El Salvador y Honduras.
Sus miembros, a los que se les suele identificar por tatuajes que cubren todo el cuerpo, llevan a cabo actividades criminales como la violación, el narcotráfico, el secuestro y el asesinato.
La cifra de mujeres fallecidas se encuentra envuelta en polémica. El Ministerio Público de Honduras contabilizó 41 en un comunicado publicado el 20 de junio. Según la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Honduras (OACNUDH), suman 46. Por su parte, Mons. Ángel Garachana Pérez, Obispo Emérito de San Pedro de Sula (Honduras), habló de cifras aún mayores que las confirmadas por las autoridades oficiales.
La Pastoral Penitenciaria de la Arquidiócesis de Tegucigalpa demandó que las autoridades esclarezcan “este cruel suceso” y que se brinden “respuestas de lo ocurrido”. Además, exigió que se refuerce “la seguridad” en las cárceles para que “funcione de manera efectiva y oportuna”.
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