- Así lo sugirió el Papa Francisco al reunirse con las Hermanas de la Sagrada Familia de Nazaret, con motivo del 150º aniversario de su fundación.
“Los jubileos son momentos preciosos para hacer un balance de nuestra vida, tanto para los individuos como para las comunidades”. El Papa Francisco ofreció esta invitación al reunirse con las Hermanas de la Sagrada Familia de Nazaret, para celebrar el 150º aniversario de su fundación.
El pontífice, asimismo, oró para que ese hito en la vida de la Congregación las impulse a renovarse espiritualmente, para que puedan servir mejor al Señor y a su pueblo.
La congregación de las Hermanas de la Sagrada Familia de Nazaret fue fundada en 1875 y sus integrantes sirven actualmente en 140 comunidades de 14 países.
Abriendo nuestros corazones al Señor
El Papa señaló que las celebraciones del 150° aniversario de la Congregación comienzan con el Adviento, calificando este tiempo litúrgico como un tiempo de “espera paciente y llena de esperanza en las promesas del Señor”.
“Rezo”, dijo, “para que sus celebraciones ayuden a los miembros de su congregación, y a todos los que colaboran en sus diversos apostolados, a crecer en la confianza contemplativa en el Hijo de Dios encarnado, especialmente en el Santísimo Sacramento y en las personas a las que sirven ustedes”.
El Santo Padre añadió que todos los jubileos son ocasiones “de reflexión, de recogimiento y de escucha de lo que el Espíritu Santo nos dice hoy”.
“A través de corazones abiertos al Señor y a un encuentro auténtico y personal con el Señor Jesús, puerta de nuestra salvación”, exhortó: “Que sus comunidades sean siempre umbrales en los que y a través de los cuales las familias, que son el centro de su carisma, puedan encontrar refugio, esperanza y paz en Cristo Salvador”.
Consolando a las familias que enfrentan dificultades
El Papa recordó además a tantas familias contemporáneas devastadas por la guerra, o que se ven obligadas -por ese o por otros motivos- a huir de sus hogares o incluso de su patria.
E instó a las Hermanas de la Sagrada Familia de Nazaret a realizar siempre obras de misericordia espirituales y corporales.
“Que la oración de ustedes y sus obras concretas de caridad reflejen siempre el amor de Jesús -concluyó-, para que sean signos de esperanza para cuantos atraviesan cualquier tipo de dificultades”.+
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