De América a Oceanía pasando por Europa: la atención manifiesta del Papa Francisco por la Región Panamazónica con la convocación del Sínodo de los obispos primero, y su Exhortación Apostólica post sinodal “Querida Amazonia” después, genera reacciones a lo largo del globo. Es una oportunidad para “reflexionar lo sucedido en nuestra tierra” dice por ejemplo el Secretario General de la Conferencia Episcopal de Nueva Zelanda.
Llegan de diversas partes del mundo las reacciones a la Exhortación Apostólica post sinodal del Papa Francisco “Querida Amazonia”.
En América Latina, por ejemplo, la Conferencia episcopal paraguaya (CEP) y la Conferencia de Religiosos de Paraguay (CONFERPAR) dedicarán su reunión conjunta bianual al Sínodo de Amazonia y a la ecología integral propuesta en la Encíclica Laudato Si’ del Papa Francisco. Además, tras la asamblea conjunta, los obispos de la CEP iniciarán la Asamblea Plenaria Ordinaria, del 4 al 6 de marzo, en la Casa Pastoral en Asunción, en la que en el centro del debate estarán, además de la realidad nacional y eclesial del país, la Exhortación Apostólica post sinodal “Querida Amazonia” del Papa Francisco. En Brasil, en la primera reunión del Consejo Pastoral de Obispos que concluye hoy, se ha discutido, entre otras cosas, sobre el futuro de la Iglesia después de “Querida Amazonia”.
En Oceanía, el Secretario General de la Conferencia Episcopal de Nueva Zelanda, Monseñor Steve Lowe, se refiere a la Exhortación Apostólica como “un don” para la Iglesia en su país, y como “una oportunidad para reflexionar sobre lo que ha sucedido” en su propia tierra.
El prelado señala que la historia de la colonización y la evangelización de la tierra de los maoríes tiene muchos puntos en común con la de la región del Amazonas: “Lo que el Papa Francisco escribió sobre el Amazonas también puede haber sido escrito sobre Aotearoa (el nombre maorí de Nueva Zelanda) desde mediados del siglo XIX hasta la actualidad”. Al igual que los pueblos amazónicos, el país oceánico ha observado impotente la destrucción perpetrada por las potencias coloniales de su medio ambiente natural del que se nutrían y del que obtenían los medios de subsistencia. De este modo Monseñor Lowe concluye que “Querida Amazonia” puede convertirse no sólo en una oportunidad para actuar la solidaridad con los hermanos y hermanas de la Amazonia, sino en un estímulo “para reflexionar sobre el rostro de la Iglesia en Aotearoa-Nueva Zelanda”.
En Europa, el Presidente del Episcopado Polaco, Mons. Stanisław Gądecki, escribe al Santo Padre en nombre de los fieles y pastores de Polonia agradeciendo la Exhortación sobre la región del Amazonas. “Agradezco a Su Santidad esta voz necesaria, importante y sensible, que se convierte en un fuerte grito de la Iglesia por los derechos de los pobres, los pueblos originarios y los más pequeños de nuestros hermanos y hermanas”, subraya. Y añade que su gratitud es más profunda cuanto más descubre “con qué cuidado y amor el Santo Padre, como Pater Patrum, abraza a los hijos de nuestra amada Madre Iglesia, dispersos por todos los continentes”, que habitan incluso los lugares más remotos, a menudo no sólo olvidados y pasados por alto por muchos, sino incluso “explotados y destruidos”.
Fuente: Vatican News.
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