Corrientes Católica

El CELAM instituye la Red Panamericana por y para el derecho a la vida

El Departamento de Familia, Vida y Juventud del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), anunció la fundación de la “Red panamericana por el derecho a la vida”.

Renato Martinez – Ciudad del Vaticano

El Departamento de Familia, Vida y Juventud del Consejo Episcopal Latinoamericano, (CELAM), inspirado por el llamado a servir y a misionar el Evangelio de la vida, consolidando vínculos institucionales, eclesiales, ecuménicos y sociales, articulando grupos y procesos, ha dado inicio a la Red Panamericana por y para el Derecho a la vida.

A través de una Carta fundacional, este Departamento señala que, con visión de conjunto, sostenibilidad e identidad, se acoja cada realidad nacional, en la protección de la vida, mediante una agenda común, consensuando estrategias, líneas de reflexión y acción, y gestión de emergencias. Este Departamento del CELAM precisa además, que la Red, concebida así, es lugar de encuentro reflexivo y operativo alrededor del derecho a la vida, desde el momento de la concepción, y su tránsito, hasta el momento de su muerte natural.

Dos tenazas que ahogan al hombre: neo-gnosticismo y neo-pelagianismo

Partiendo de un análisis de la realidad y con la ayuda del reciente documento de la Congregación para la Doctrina de la Fe, “Placuit Deo”, este Departamento señala que, el hombre contemporáneo ha construido con sus manos y su mente, dos tenazas que lo ahogan, en la que la vida y el destino humano “es confiada a las fuerzas del individuo, o a las estructuras puramente humanas, incapaces de acoger la novedad del Espíritu de Dios”.

“Un neo-gnosticismo que presenta la salvación [y la vida humana] meramente interior, encerrada en el subjetivismo. Se pretende de esta forma liberar a la persona del cuerpo y del cosmos material, los cuales ya no se descubren las huellas providentes del Creador, sino que ve solo una realidad sin sentido, ajena de la identidad última de la persona, y manipulable de acuerdo con los intereses del hombre”. Por otro lado surge “un individualismo centrado en el sujeto autónomo que tiende a ver al hombre como un ser cuya realización depende únicamente de su fuerza”, es decir, un individualismo neo-pelagiano.

Liderazgo en el análisis de la realidad

En este sentido, la Red siguiendo el camino trazado por la Iglesia, y el ejemplo de tantas Conferencias Episcopales que han conformado la Comisión Episcopal de Vida, alienta a que todos tengan un lugar especial para desarrollar la tarea no sólo de acompañamiento pastoral, sino de liderazgo en análisis de la realidad particular, asesoradas por expertos de las diferentes disciplinas, fortaleciéndose con comités de bioética con enfoque personalista, sumado con experiencias y espacios de formación de laicos, sacerdotes y seminaristas.

Al mismo tiempo, los responsables de este Departamento, invitan a promover la acogida a mujeres embarazadas en dificultad y realizar un acompañamiento a aquellas personas que han sufrido un aborto, sus familias, a los niños nacidos, a los adultos mayores en situación de riesgo o de indigencia familiar.

Unirse para defender el Evangelio de la vida

Finalmente, se resalta la importancia de los medios de comunicación como mecanismo que permita reflejar las diversas iniciativas por la vida, profesionalizando el conocimiento y uso de las nuevas tecnologías, la comunicación social y medios alternativos para un efectivo ejercicio de difusión del Evangelio de la vida, en el complejo y diverso mundo de hoy. “Es importante finalizar esta carta – escriben – haciendo una invitación a todas aquellas personas, movimientos y organizaciones de buena voluntad, sensibilizados por sus convicciones, a vincularse a esta RED, para articular esfuerzos, estrategias y procesos para la proclamación, fortalecimiento y defensa del Evangelio de la vida”.

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