Además de los presbíteros y diáconos permanentes de la diócesis, gran cantidad de fieles de las distintas localidades estuvieron presentes en la celebración.
En la homilía, el prelado destacó que ambas ordenaciones son “una caricia de Dios para nuestra diócesis y para todos los que habitamos en este norte correntino”.
Haciendo referencia a las palabras del Santo Cura de Ars, señaló que “el sacerdocio es el amor del corazón de Jesús”, y en otro pasaje: “Si comprendiéramos bien lo que representa un sacerdote sobre la tierra, moriríamos: no por pavor, sino de amor”.
“Queridos Ricardo, Adán; el Señor los eligió no porque sean los mejores, ni por ser los más fuertes, ni por ser los más inteligentes o los más perfectos. No. Los miró con amor de misericordia, quedó prendado de ustedes, les abrió Su corazón y finalmente, los eligió”, animó, citando el pasaje del evangelio de San Marcos: “Llamó a los que él quiso para que estuviesen con Él”.
Este es el origen de toda vocación y el cauce para vivirla, indicó, señalando que “sólo desde este horizonte del amor y de enamorados, se entiende –y se vive- todo llamado a la vida diaconal y sacerdotal”.
En referencia a la fiesta que la Iglesia celebraba ese día (el Sagrado Corazón, ndr), les dijo: “No dejen de contemplar y de recibir las gracias necesarias del corazón traspasado de Jesús. Que nuestro ministerio –sacerdotal, diaconal- haga del corazón de Jesús, el lugar de inicio y de cierre, en cada jornada”.
El presbítero Ricardo Lezcano prestará servicio como vicario de la parroquia Itatí de Colonia Liebig, mientras que el diacono Adán de Mato quedó adscrito a la parroquia San José de Paso de los Libres.
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