El papa León XIV expresó un enérgico rechazo al ataque terrorista perpetrado contra la comunidad judía en Sídney y llamó a la comunidad internacional a erradicar el odio y la violencia, al tiempo que pidió oraciones por todas las víctimas de la guerra y los conflictos.
Durante una audiencia con los representantes de las comunidades que donaron el árbol de Navidad y los pesebres instalados este año en el Vaticano, el Pontífice destacó la cercanía de Dios con la humanidad y afirmó que los símbolos navideños son “signos de fe y de esperanza” que invitan a renovar el compromiso con la paz y la fraternidad.
En referencia directa al atentado ocurrido el último domingo en Australia, León XIV fue contundente: “¡Basta ya de estas formas de violencia antisemita!”. Y agregó: “Debemos eliminar el odio de nuestros corazones”.
El Santo Padre recordó que el pesebre de Belén refleja “un misterio de humildad y de amor”, que invita a redescubrir la comunión con Dios, mientras que el árbol navideño —un abeto rojo de 25 metros donado por la diócesis de Bolzano— simboliza la vida y la esperanza que no se apaga, incluso en los momentos más difíciles. Sus luces, explicó, representan a Jesucristo, “la luz del mundo”.
Un llamado a proteger la vida desde la concepción
El Papa también agradeció a los representantes de Costa Rica por la donación del Nacimiento instalado en el Aula Pablo VI, una obra titulada Nacimiento Gaudium. La escena está compuesta por 28.000 cintas, cada una en representación de una vida salvada del aborto gracias al acompañamiento de organizaciones católicas.
León XIV valoró especialmente este gesto por sumar al mensaje navideño de paz un llamado claro a la protección de la vida desde el momento de la concepción.
“Que la ternura del Niño Jesús ilumine nuestras vidas”
Antes de finalizar, el Pontífice expresó su gratitud a los trabajadores del Vaticano por la decoración de los espacios durante la Navidad e invitó a todos los fieles a dejarse iluminar por la ternura del Niño Jesús, permitiendo que el amor de Dios permanezca vivo en cada corazón.
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