La parroquia San Benito Abad, una joya románica ubicada en la barranca de Luis María Campos, inaugurará mañana un hito único a nivel mundial: el primer campanario cuyas “campanas”, en lugar de sonar, se iluminan gracias a un sistema alimentado por paneles solares.

El templo, que lleva más de una década en obras de restauración, presentará la primera de sus dos torres renovadas este domingo 7 de diciembre, al anochecer. Allí, la comunidad de Palermo encenderá por primera vez la campana de luz Inmaculada, en vísperas del Día de la Virgen.

Según explicó el arquitecto a cargo, Andrés Peña, se trata de un sistema sin precedentes: “Es la primera iglesia del mundo con campanas de luz. No emiten sonido, sino un destello que baja desde 60 metros de altura, todo alimentado por energía solar”. El circuito es cerrado y exclusivo para la estructura.

La segunda torre, llamada Eucaristía, será inaugurada en marzo de 2026. Cada una se alza sobre una barranca de más de 20 metros, camuflada entre árboles centenarios que rodean al histórico predio benedictino. “Esta iglesia fue diseñada para ser contemplada desde adentro hacia afuera”, explicó Peña.
El párroco Martín Bracht destacó que la puesta en valor es parte de un proyecto mayor que busca recuperar el templo rumbo a su centenario en 2028. “Necesitamos el acompañamiento de la comunidad para terminar la segunda torre; San Benito siempre fue un faro de luz para el barrio”, señaló.
Las obras incluyen también la restauración de vitrales, entre ellos uno dedicado a San Benito, considerado el más grande del mundo de este santo. Desde 2014 se invirtieron más de US$4,5 millones, y la última etapa es la más costosa debido al alquiler de los andamios para los miradores.

San Benito Abad, inaugurada parcialmente en 1963 y ubicada dentro del distrito de protección histórica APH 39, es uno de los templos más amplios de Buenos Aires, preferido durante décadas para grandes casamientos. Hoy continúa siendo un punto de encuentro comunitario: catequesis, grupos juveniles, universitarios y actividades parroquiales reúnen a cientos de personas cada semana.

Mientras vecinos y familias miran hacia lo alto esperando el encendido, la iglesia se prepara para hacer historia. Este sábado, las campanas de luz iluminarán por primera vez uno de los rincones más emblemáticos y cargados de memoria de la Ciudad de Buenos Aires.




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