Corrientes Católica

León XIV: Dios nos involucra en su historia

Durante la audiencia jubilar el Papa se refirió al tema del Jubileo “Peregrinos de la Esperanza”, enfatizó que este no es “un eslogan que pasará en un mes. “Es un programa de vida”.

“Esperar es participar”, señaló el papa León XIV durante la audiencia jubilar del sábado. Refiriéndose al tema del Jubileo de 2025, “Peregrinos de la Esperanza”, enfatizó que este no es “un eslogan que pasará en un mes. Es un programa de vida: ‘Peregrinos de la Esperanza’, es decir, personas que caminan y esperan, no con los brazos cruzados, sino participando”.

El Santo Padre comenzó recordando que el Adviento recién comenzado nos enseña a estar atentos a los signos de los tiempos. Recordando la primera venida de Jesús -“Dios con nosotros”-, estamos llamados a reconocerlo cada vez que viene y a prepararnos para su regreso.

¡La esperanza significa participación!
El pontífice se refirió al Concilio Vaticano II, que nos enseñó a leer los signos de los tiempos. Debemos hacerlo juntos, en la comunidad de la Iglesia, con nuestros hermanos y hermanas.

“Estos son signos de Dios, Dios que, a través de las circunstancias históricas, viene con su Reino. Dios no está fuera del mundo, fuera de esta vida: en la primera venida de Jesús -Dios con nosotros- aprendimos a buscarlo en medio de las realidades de la vida”, señaló León XIV. Esta búsqueda se realiza “con la razón, con el corazón y con los brazos arremangados”.

Al inicio de su reflexión León XIV recordó que el Adviento recién iniciado “nos enseña a estar atentos a los signos de los tiempos” y añadió que esta misión corresponde especialmente a los fieles laicos, porque Dios, “que se hizo hombre, sale a nuestro encuentro en las situaciones cotidianas”.

El Sucesor de Pedro enfatizó: “En los problemas y la belleza del mundo, Jesús nos espera y nos involucra, pidiéndonos que actuemos con él”.

“La participación nos permite expresarnos”
Como ejemplo de esta actitud, el Santo Padre citó al beato Alberto Marvelli, un joven italiano que vivió en la primera mitad del siglo XX. Perteneció a la Acción Católica, se licenció en ingeniería y, durante la Segunda Guerra Mundial -que condenó enérgicamente-, participó activamente en la vida social. En Rímini y sus alrededores, atendió a heridos, enfermos y desplazados. Su dedicación altruista fue reconocida, lo que lo llevó a participar activamente en la vida política. Murió atropellado por un camión militar a los 28 años.

“Alberto nos muestra que esperar es participar, que servir al reino de Dios trae alegría incluso ante grandes riesgos. El mundo se vuelve mejor si perdemos un poco de seguridad y paz para optar por el bien”.

“Esperar es participar: es un don que Dios nos ofrece. La participación nos permite expresarnos y hace más nuestro aquello que contemplaremos para siempre cuando Jesús finalmente regrese”, concluyó el Papa.+

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