Corrientes Católica

Las madres de Gaza dan a luz con ayuda de la ONU en medio del colapso del sistema de salud

 

Cada semana en Gaza, al menos 15 mujeres dan a luz fuera de un centro de salud, a menudo sin una partera capacitada, sin alivio del dolor ni suministros médicos básicos.

Algunas se ven obligadas a dar a luz solas. Otras dependen de vecinos sin formación médica. Para muchas, el parto se ha convertido en una cuestión de supervivencia.

Antes de que entrara en vigor el frágil alto el fuego en octubre, el Fondo de Población de la ONU (UNFPA) estimó que 55.000 mujeres embarazadas estaban atrapadas en “una espiral de desplazamiento, bombardeos y hambre aguda”, sin acceso confiable a atención médica.

 

Mujeres y niñas buscan apoyo en un espacio seguro respaldado por el UNFPA en Gaza.
© UNFPA/Yasmeen Sous
Mujeres y niñas buscan apoyo en un espacio seguro respaldado por el UNFPA en Gaza.

 

 

Cuestión de vida o muerte

Según la agencia de salud reproductiva, el impacto ha sido devastador: los partos prematuros han aumentado drásticamente, junto con los abortos espontáneos y mortinatos relacionados con la desnutrición severa, el agotamiento y el miedo constante.

Cada día nacen unos 130 bebés en toda Gaza. Más de una cuarta parte nacen por cesárea. Uno de cada cinco nace demasiado pronto o con bajo peso, a menudo con complicaciones que normalmente requerirían atención especializada.

Actualmente, el UNFPA apoya 22 instalaciones de salud, incluidos cinco hospitales, y ha desplegado a 175 parteras en toda la Franja. “Nuestro apoyo ha marcado una diferencia”, dijo Nestor Owomuhangi, representante de la agencia en Palestina, en declaraciones a nuestro corresponsal de Noticias ONU en la Franja.

El mayor hospital de maternidad, en ruinas

Durante una visita al Hospital Al-Shifa, que antes era el mayor hospital de maternidad de Gaza y ahora está prácticamente en ruinas, señaló que su funcionamiento continuo era “nada menos que extraordinario”.

Una de las parteras, Sahar, describió cómo atendió el parto prematuro del bebé de una amiga en el asediado barrio de Zeitoun con nada más que un cuchillo de cocina calentado en el fuego. “No tenía guantes ni herramientas”, dijo. “Usé el cuchillo para cortar el cordón umbilical y toallitas húmedas como vendas”.

Relató también otro intento de llegar hasta una mujer de parto mientras drones sobrevolaban la zona.

“Disparaban a cualquier cosa que se moviera. Tuve que gritar instrucciones desde lejos”, contó.

Cuando finalmente llegó hasta la mujer, el bebé ya había nacido, estaba azul y tenía dificultades para respirar. “Necesitaba una incubadora, pero no había una disponible”.

Parto trágico

Owomuhangi explicó que el UNFPA está ayudando a garantizar que el 98% de los nacimientos sigan ocurriendo en centros de salud, pero advirtió que 18 nacimientos al día están ocurriendo fuera de los hospitales, a menudo con consecuencias trágicas.

Sahar describió uno de estos casos en el que una mujer sufrió una hemorragia tras el parto. “No había sangre, ni transporte, ni médico. No pudimos detener la hemorragia”, dijo. La madre murió, dejando atrás a su recién nacido.

El UNFPA continúa llevando medicamentos, kits de dignidad y suministros de salud reproductiva a través de Egipto siempre que es posible.

El compromiso del UNFPA

La agencia también proporciona asistencia monetaria a mujeres vulnerables, una línea de ayuda para mujeres y jóvenes, y artículos de higiene y ropa para familias desplazadas.

“Seguiremos trayendo suministros de todo el mundo”, afirmó Owomuhangi, “hasta que cada nacimiento en Gaza pueda ocurrir de manera segura”.

 

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