La cifra de fallecidos en Gaza, tras la ofensiva israelí iniciada el 7 de octubre de 2023, alcanzó los 70.103, con 170.985 personas heridas, según el balance oficial publicado este domingo por el Ministerio de Salud de Gaza. Este organismo, bajo la administración del movimiento palestino Hamás, incluyó en su último informe dos muertes de menores registradas el sábado en un ataque en las afueras de la ciudad de Jan Yunis, además de un fallecido hallado entre los restos de ataques anteriores. Según informó el Ministerio de Salud y reprodujo el medio El País, la ofensiva, que Israel justificó como respuesta al asalto de milicias palestinas contra ese país —donde murieron unas 1.200 personas—, continúa teniendo un impacto sustancial en la población civil del enclave.
De acuerdo con la actualización emitida por las autoridades sanitarias, los dos menores fallecieron después de que fuerzas israelíes atacasen un área próxima a Jan Yunis. El ejército israelí confirmó la autoría del ataque, argumentando que los jóvenes habían cruzado la denominada “Línea Amarilla”, la cual define las posiciones actuales del ejército dentro del enclave. Esta zona de separación se estableció coincidiendo con el precario alto el fuego adoptado el 10 de octubre, según detalló el Ministerio de Salud y también reportó El País.
Desde la instauración de ese alto el fuego, el Ministerio denunció que continuaron operaciones militares israelíes, las cuales han resultado en 356 muertes adicionales y 908 personas heridas, de acuerdo con el último balance informado y recogido por El País. El informe oficial muestra un incremento sostenido de víctimas, provocado tanto por ataques directos como por el hallazgo de cuerpos en zonas previamente bombardeadas.
El contexto de los enfrentamientos se remonta al 7 de octubre de 2023, cuando, según el mismo medio, un asalto de milicias palestinas dejó alrededor de 1.200 muertos en territorio israelí. La respuesta militar posterior en Gaza ha intensificado las acciones sobre el enclave, generando una crisis humanitaria que ha sido denunciada repetidamente por agencias internacionales. Organizaciones humanitarias han exigido el cese inmediato del fuego para evitar una escalada aún mayor y la potencial agravación de la situación humanitaria, como consignó El País con base en comunicados recientes.
Las cifras entregadas por el Ministerio de Salud revelan un impacto considerable en la población civil de Gaza, tanto en fallecidos como en heridos, situación que diversas organizaciones han calificado de emergencia humanitaria. El acceso a servicios médicos en el enclave enfrenta limitaciones graves, según advirtió el propio Ministerio y reflejó El País. La acumulación de heridos y la destrucción de instalaciones médicas agravan las posibilidades de atención a la creciente cantidad de víctimas y dificultan las tareas de rescate bajo los escombros.
A pesar del alto el fuego acordado el 10 de octubre, los ataques y operaciones militares no han cesado. Las autoridades de Gaza y el Ministerio de Salud atribuyen este aumento de víctimas y la continuidad de los bombardeos a acciones del ejército de Israel en distintas zonas del enclave, incluidos ataques a zonas residenciales y áreas cercanas a las líneas de separación. El Ejército israelí, por su parte, sostiene que sus intervenciones se producen como parte de la seguridad de sus posiciones y en respuesta a movimientos dentro de la franja, según explicó citado por El País.
Mientras tanto, el número de heridos, que se acerca a los 171.000, plantea un desafío adicional para el sistema sanitario local, cuyo funcionamiento se encuentra mermado por la falta de insumos, la escasez de personal y la destrucción de infraestructura hospitalaria a raíz de los bombardeos, de acuerdo con el balance difundido por el Ministerio de Salud y citado por El País.
Diversas organizaciones internacionales insisten en la necesidad de un cese de hostilidades para permitir el ingreso de asistencia humanitaria y garantizar la atención adecuada a los miles de heridos y desplazados. Voceros de entidades como la ONU y la Cruz Roja han expresado su alarma por el aumento de víctimas civiles y la degradación de las condiciones de vida en el enclave.
El desarrollo de la operación militar y la publicación periódica de balances por parte del Ministerio de Salud han sido instrumentos para visibilizar el impacto humano del conflicto en Gaza, tanto frente a la comunidad internacional como dentro del territorio. El medio El País reiteró que la comunidad internacional ha dirigido llamados recurrentes para detener las acciones bélicas y dar paso a negociaciones que permitan aliviar la emergencia, aunque los enfrentamientos y ataques continúan sumando víctimas diariamente.
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