Corrientes Católica

Mendoza: consagración temporal de un grupo de ocho viudas

El rito litúrgico fue presidido por Mons. Colombo, quien les recordó que la viudez constituye un testimonio de seguir ejerciendo responsablemente la misión familiar, profesional y social.

El arzobispo de Mendoza y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Marcelo Colombo, consagró el 29 de noviembre a un grupo de ocho viudas. Son las primeras viudas consagradas (temporalmente) de la arquidiócesis.

Acompañaron a las viudas, numerosos sacerdotes, diáconos, vírgenes consagradas y files laicos de las diversas comunidades parroquiales.

El Orden de las viudas consagradas fue instituido formalmente el año pasado en la arquidiócesis mendocina.

El Orden de viudas está formado por mujeres viudas que emiten libremente, de manera temporal o definitiva, el propósito de permanecer para siempre en el estado de viudez y que, mediante el rito litúrgico de bendición, son consagradas para asumir una forma de vida en la que vivan más profundamente la consagración bautismal, la confirmación y la vocación matrimonial, adquiriendo así una peculiar vocación en la Iglesia.

La muerte del esposo, vivida como prueba en la fe, es para la viuda, una llamada de Dios, una verdadera y propia vocación a pertenecer a Él sin reservas ni condiciones. La viuda vive así, ya desde ahora, como anuncio y profecía, la pertenencia al Reino donde el esposo la ha precedido y donde se recompondrán todos los afectos terrenos. El nuevo estado de vida de la viuda en el Orden no la sustrae del compromiso de continuar en la fidelidad al cuidado de la propia familia, de los hijos y nietos.

Solemne bendición
La solemne bendición de las viudas, llevada a cabo de acuerdo al rito litúrgico, fue presidida por el arzobispo. Mediante la bendición y la emisión del propósito temporal o perpetuo de permanecer en la viudez, las viudas bendecidas entran a formar parte del Orden de viudas consagradas de la Iglesia de Mendoza.

 

Antes de la bendición solemne, por medio de la cual la viuda consagra su propósito de vivir en castidad el estado de viudez, la candidata emite temporalmente, por un año, su propósito de permanecer en este estado. Recién con la bendición solemne y la emisión del propósito o compromiso perpetuo la viuda pasa a ser viuda consagrada en el Orden de viudas.

Las nuevas viudas consagradas pertenecen a siete parroquias de la arquidiócesis, y participan activamente de la tarea pastoral de sus comunidades.

Un importante testimonio a seguir
En la homilía, Mons. Colombo, citando textos de Lumen Gentium y Apostolicam actuositatem remarcó que el Concilio invita a considerar la viudez como un camino de santidad y fecundidad apostólica con una espiritualidad específica.

El arzobispo de Mendoza recordó también que “la consagración en la viudez constituye un importante testimonio de seguir ejerciendo responsablemente la misión familiar, profesional y social, porque el amor misericordioso del Señor nos permite pasar las pruebas y renacer a la esperanza y a la alegría del Evangelio”.

Finalmente, Monseñor Colombo les dijo a las nuevas consagradas: “con toda la Iglesia las invito con la ayuda del Espíritu Santo y desde la experiencia de la propia fragilidad a estar cerca de los jóvenes y de los pobres, de los matrimonios en crisis y de los que afrontan la desesperanza. Sean para ellos testigos del amor grande de Dios que es más fuerte que la muerte y que “quien se ofrece y se entrega a Dios por amor seguramente será fecundo”.

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