Corrientes Católica

El Arzobispo de Corrientes lamentó la analogía empleada en el discurso del Goberdor Colombi.-

<<“Definir la campaña como una guerra puede ser simplemente calificarla del punto de vista de los hechos, si responde a los hechos y resulta una guerra es lamentable, no es una buena señal para la ciudadanía ni para los ciudadanos”, remarcó e instó a que “una campaña debe ser razonable, respetuosa y no descalificatorio del adversario”.>>> 

El Arzobispo de Corrientes lamentó la analogía empleada en el discurso de barricada del Gobernador. “Definir la campaña como una guerra es lamentable. No es una buena señal para la ciudadanía”, sentenció el representante local de la Iglesia Católica

El representante máximo a escala local de la Iglesia Católica, Andrés Stanovnik achacó los dichos de Ricardo Colombi, tras comparar la puja electoral con un escenario bélico. “Definir la campaña como una guerra es lamentable. No es una buena señal para la ciudadanía”, aseguró el Arzobispo de Corrientes.

La consideración de Stanovnik se dio en una jornada donde el Municipio capitalino firmó un convenio con el Arzobispado para el otorgamiento de un predio en Santa Catalina, de alrededor de 8.500 metros cuadrados que será destinado a la construcción de una iglesia y otras dependencias anexas religiosas.

Tras la reunión con el intendente, Fabián Ríos, Monseñor tuvo la oportunidad de conversar con la prensa y de opinar sobre la coyuntura político-electoral que tiene a la Capital en el centro de todas las miradas (se votará en cuatro días). De esta manera advirtió el desliz del Gobernador, en una analogía poco afortunada, según el parecer del prelado.

“Definir la campaña como una guerra puede ser simplemente calificarla del punto de vista de los hechos, si responde a los hechos y resulta una guerra es lamentable, no es una buena señal para la ciudadanía ni para los ciudadanos”, remarcó e instó a que “una campaña debe ser razonable, respetuosa y no descalificatorio del adversario”.

Esta última opinión hizo directa mención a las arengas de Colombi en los distintos barrios capitalinos, donde aprovecha para criticar sin miramientos tanto al Jefe comunal que intenta retener el Municipio como al candidato a Gobernador del Partido Justicialista, Camau Espínola.

No es un hecho menor que Stanovnik haya aprovechado los medios para dejar un mensaje contundente y crítico hacia el mercedeño. Lo hizo tras varios “despistes” que tuvo el mandatario provincial a lo largo de este año, casi quedando en evidencia de un andar errático, como no entendiendo cómo actuar en los últimos meses al frente del poder.

Fue señalado por presunta connivencia con el narcotráfico. Ni la Iglesia Católica, ni el propio presidente Macri dudaron en apuntar contra la responsabilidad local en el caos provocado por el avance la droga en la “Corrientes narco”.

A su derrotero hacia su salida de la primera plana política le añadió una acusación de una mujer, por haberse sentido agredida, denostada por el mandatario justo el Día de la Mujer. Fue Ingrid Jetter, la titular de Vialidad Nacional NEA a quien “ninguneó” durante una entrevista periodística.

Después le agregó el destrato hacia su socio cofundador de Encuentro por Corrientes, Gustavo Canteros, quien solicitó formalmente que haya internas en el frente gobernante, recibiendo una guerra fría desde el ricardismo que incluyó romper los protocolos en el Te Deum del último 25 de Mayo, donde en la iglesia Nuestra Señora de la Merced cambió los lugares reservados para Gobernador y Vice con sus respectivas parejas, para dejar a su Nº 2 fuera de la nave derecha, ubicándolo en un banco común, con los demás funcionarios.

Con todos estos gestos, que dejan mucho que desear para gran parte del círculo rojo y de la ciudadanía en general, el Arzobispo de Corrientes decidió dejar en claro la mirada del clero y cuestionó sus formas a la hora de hablar a la gente en épocas de campaña.

 

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