Con un clima primaveral y gran acompañamiento, cientos de fieles caminaron hasta la gruta ubicada en Bariloche. Hubo misas, promesas cumplidas y una profunda expresión de esperanza.
Bajo un sol radiante y con muy poco viento, Bariloche volvió a vivir este fin de semana la tradicional peregrinación a la Virgen de las Nieves, una cita que cada año reúne a cientos de vecinos y visitantes movidos por la fe y la devoción mariana.
Desde las primeras horas de la mañana, los peregrinos comenzaron el trayecto hacia la gruta de la Virgen, cumpliendo promesas y agradeciendo favores recibidos. Algunos llegaron cerca de las 11, caminando con paso sereno; otros, más apurados, completaron el recorrido en poco menos de dos horas. Pero todos coincidieron en un mismo gesto: el de la fe compartida.
“Madre, somos tu pueblo, danos esperanza”
El lema de este año guió la jornada: “Madre, somos tu pueblo, danos esperanza”. A los pies de la imagen, en la parte alta de la gruta, se escuchaban esas mismas palabras una y otra vez, pronunciadas con emoción por los fieles.
Una de las caravanas llevó durante todo el trayecto una imagen de la Virgen María sobre los hombros, realizando el camino como un verdadero acto de entrega. Al llegar, los peregrinos se acercaron al santuario, encendieron velas, oraron y luego compartieron momentos de descanso en los puestos instalados alrededor de la laguna.
Misas y acompañamiento pastoral
La primera misa se celebró al mediodía, presidida por el obispo de la Diócesis de San Carlos de Bariloche, monseñor Juan Carlos Ares, quien invitó a los presentes a mantener viva la esperanza y a cuidar la fe en comunidad.
Por la tarde, a las 17 horas, se realizó una segunda celebración, pensada especialmente para los adultos mayores y personas con movilidad reducida, que pudieron llegar con mayor comodidad al sector de la gruta.
Jornada de encuentro y cuidado
Durante toda la actividad, hubo presencia de personal de la Policía de Río Negro y de Protección Civil del municipio, quienes garantizaron la seguridad y acompañaron el desarrollo de la peregrinación sin incidentes.
La jornada cerró en un clima de regocijo y comunión, con familias, jóvenes y grupos de parroquias locales compartiendo el mensaje de fe y esperanza que inspira cada año esta manifestación popular.
Promesas cumplidas, corazones agradecidos y una Bariloche unida en la fe: así se vivió una nueva edición de la peregrinación a la Virgen de las Nieves.
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