En el marco del Año Jubilar y bajo el lema “Peregrinos de Esperanza”, la Fraternidad Franciscana celebró sus 50 años de vida, recordando con gratitud su camino desde 1975 como signo humilde y fecundo del carisma de san Francisco de Asís en medio del pueblo de Dios.
En una jornada cargada de emoción, se rindió homenaje a monseñor Domingo Salvador Castagna, quien acompañó a la comunidad durante 41 años, desde el 6 de enero de 1984 hasta la actualidad. Su orientación espiritual, consejo prudente y paternidad pastoral han dejado una huella profunda en la vida de la Fraternidad.
Durante la celebración, junto al arzobispo de Corrientes, monseñor José Adolfo Larregain, los miembros de la Fraternidad visitaron a monseñor Castagna para expresarle su afecto y gratitud, entregándole la designación como “Consultor de la Fraternidad Franciscana”. La resolución, firmada por monseñor Larregain, busca reconocer de modo estable su servicio y asegurar la continuidad de su aporte espiritual en fidelidad al Evangelio y al Magisterio de la Iglesia.
En la ceremonia también se agradeció al padre Raúl Alcorta, quien acompañó a Castagna en la atención pastoral de este Instituto Secular, mostrando generosidad y celo en su servicio.
La Fraternidad recordó, además, hitos significativos de su historia: la incorporación a la Orden Franciscana Menor en 1994, la Erección Canónica en 1999 y los años de misión compartida en Argentina y Chile.
“Este Jubileo es un tiempo de gracia que renueva el ardor misionero y fortalece la comunión fraterna”, expresó el arzobispo Larregain en un mensaje difundido con motivo del aniversario.
Con espíritu de familia y esperanza, la Fraternidad Franciscana continúa celebrando este camino jubilar, agradecida por los dones recibidos y abierta a la misión que el Señor le confía.
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