Corrientes Católica

Asesinaron a un sacerdote mexicano luego de celebrar la Misa

El asesinato de Marcelo Pérez Pérez ocurrió la mañana del 20 de octubre de 2024, cuando el sacerdote fue interceptado por dos hombres armados a bordo de una motocicleta en el barrio Cuxtitali de San Cristóbal de las Casas.

Los atacantes, presuntamente de la banda criminal de Los Motonetosle dispararon a quemarropa mientras él se encontraba dentro de su vehículo, tras haber oficiado misa en la parroquia de Cuxtitali y dirigirse hacia la iglesia de Guadalupe. Pese a los intentos de los vecinos por pedir ayuda, las heridas que sufrió fueron letales.

La noticia de su asesinato provocó una ola de indignación y dolor entre sus seguidores y las comunidades a las que servía. La diócesis de San Cristóbal de las Casas, encabezada por el obispo Rodrigo Aguilar Martínez, condenó enérgicamente el crimen y exigió al gobierno una investigación exhaustiva y justicia. Al mismo tiempo, Aguilar declaró que la diócesis estaba dispuesta a perdonar a los responsables del asesinato, en un mensaje de reconciliación.

Personas y familiares se reúnen cerca de un coche fúnebre que transporta el ataúd con el cuerpo del sacerdote Marcelo Pérez, asesinado el domingo en San Cristóbal de las Casas luego de oficiar una misa, cuando el vehículo llega a la casa de su familia durante su velorio en San Andrés Larráinzar. En el estado sureño de Chiapas, México 20 de octubre de 2024. REUTERS/Gabriela Sanabria

Miles de personas se unieron en una marcha en San Cristóbal, siguiendo el féretro del sacerdote hasta la parroquia de Guadalupe, clamando por “justicia” y portando banderas blancas.

El asesinato de Marcelo Pérez no pasó desapercibido en el ámbito internacional. La Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) emitió un comunicado condenando el crimen y solicitando a las autoridades mexicanas que realicen una investigación “pronta, exhaustiva y eficaz”. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) también expresó su consternación, recordando que desde 2015 el padre Marcelo contaba con medidas cautelares debido al constante riesgo que enfrentaba.

Cabe apuntar que la presidenta Claudia Sheinbaum aseveró que y ase investiga el caso y dará más detalles sobre ello este lunes.

La gente carga el ataúd con el cuerpo del sacerdote Marcelo Pérez, por las calles de San Cristóbal de las Casas, donde fue asesinado el domingo después de oficiar una misa, en San Cristóbal de las Casas, en el estado sureño de Chiapas, México, el 20 de octubre. , 2024. REUTERS/Gabriela Sanabria
La gente baja las escaleras llevando el ataúd con el cuerpo del sacerdote Marcelo Pérez, quien fue asesinado el domingo después de oficiar una misa, en San Cristóbal de las Casas, en el estado sureño de Chiapas, México, el 20 de octubre de 2024. REUTERS/Gabriela Sanabria

La lucha contra el crimen organizado

La gente carga el ataúd con el cuerpo del sacerdote Marcelo Pérez, por las calles de San Cristóbal de las Casas, donde fue asesinado el domingo después de oficiar una misa, en San Cristóbal de las Casas, en el estado sureño de Chiapas, México, el 20 de octubre. , 2024. REUTERS/Gabriela SanabriaLa gente carga el ataúd con el cuerpo del sacerdote Marcelo Pérez, por las calles de San Cristóbal de las Casas, donde fue asesinado el domingo después de oficiar una misa, en San Cristóbal de las Casas, en el estado sureño de Chiapas, México, el 20 de octubre. , 2024. REUTERS/Gabriela Sanabria

Desde 2014, Pérez Pérez se convirtió en un líder visible en la resistencia contra el crimen organizado en Chiapas. Fue en ese año cuando encabezó una peregrinación que recorrió 12 municipios del estado, incluida la capital, Tuxtla Gutiérrez, para denunciar el creciente tráfico de drogas y la penetración de grupos criminales en las comunidades indígenas. Este fue solo el comienzo de su lucha, que lo llevaría a enfrentarse directamente con las organizaciones criminales que operaban en la región.

El padre Marcelo también participó en marchas por la paz y actos de resistencia civil, denunciando no solo a los grupos delictivos, sino también la corrupción y colusión de las autoridades con estos actores. En repetidas ocasiones hizo públicas las amenazas de muerte que recibía, afirmando que su vida corría peligro por sus actividades en defensa.

En 2021, el sacerdote propuso la creación de una comisión de intermediación que incluiría a la diócesis de San Cristóbal de las Casas y a las autoridades estatales y federales, con el objetivo de mediar en los crecientes conflictos violentos en Chiapas. Sin embargo, esta iniciativa fue recibida con escepticismo por algunos sectores y enfrentó fuertes oposiciones, incluyendo una campaña de desprestigio que lo acusaba de haber participado en la desaparición de 19 personas vinculadas a un grupo armado conocido como “Los Herrera”.

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