El pasado sábado, el Santuario de la Santísima Cruz de los Milagros se convirtió en el epicentro de una vibrante celebración diocesana. Alrededor de mil personas participaron en el Encuentro Anual de Catequistas, que reunió a quienes están en proceso de recibir la Comunión y Confirmación junto a sus familias. La Misa, presidida por el Obispo auxiliar, José Adolfo Larregain, y acompañada por una decena de sacerdotes, marcó el inicio de una jornada festiva y espiritual.
El evento, organizado por la Junta Arquidiocesana de Catequesis, se desarrolló en un ambiente familiar y de profunda conexión. Según indicaron los organizadores, el lema “somos catequesis, enseñamos, anunciamos” orientó la celebración hacia una experiencia inclusiva y sinodal. La jornada también se enmarcó en el Año Vocacional de la Arquidiócesis, con reflexiones sobre la vocación familiar y la vida de los santos, presentadas por miembros de la Pastoral Vocacional y la Acción Católica.
El encuentro incluyó momentos particularmente emotivos, como el homenaje a la Virgen de Itatí y la presencia de Mamá Antula. La Adoración Eucarística, que dio inicio al evento, fue uno de los momentos más significativos para los asistentes. Más de diez sacerdotes estuvieron disponibles para administrar el sacramento de la Reconciliación a los participantes.
La celebración también destacó por la generosa contribución de las comunidades del Decanato 4. El equipo de cocina de la parroquia Cristo Obrero preparó mate cocido y tortas fritas, amasando más de 40 kilos de harina, mientras que varios matrimonios se encargaron de la ornamentación y la preparación de la liturgia. La música estuvo a cargo del ministerio Cristo Vive, y el grupo “Servidores de Jesús y María” continuó su tradicional labor de apoyo en eventos diocesanos.
Representantes de diversas localidades, incluyendo Bella Vista, Berón de Astrada, Mantilla, Empedrado, Santa Rosa, y Mburucuyá, entre otros, se unieron a esta celebración que reafirmó el espíritu comunitario y la identidad de la Diócesis. La jornada no solo celebró la catequesis, sino también la unidad y el compromiso de toda la comunidad en la fe.
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