Marcelo Fernández emprenderá una travesía de 395 kilómetros hacia la Basílica de la Virgen de Itatí como muestra de agradecimiento por una experiencia sobrenatural que marcó su vida. Su profunda fe lo impulsó a construir una capilla y a embarcarse en este viaje con la esperanza de llegar a su destino el próximo viernes.
Una historia increíble con experiencias sobrenatural que lo lleva a una expresión de fe, Marcelo realizará una caminata a la basílica de Itati el próximo viernes 15 a las 18:00hs.
Su vivencia religiosa comienza en los distintos lugares al que asistía y encontraba una casa de color celeste, con lo cual su reacción era sorpresiva e interrogativa “Decía: Cómo van a pintar una casa celeste que parece una capilla?. Luego de un tiempo, y con los sucesos descriptos más adelante, Mendoza reflexiona “La virgen de Itatí me hizo ver que yo estaba mal porque yo, pensando de esa manera”.
La historia continua en una noche, donde Marcelo sueña con la virgen, y vive un momento de llanto como así también desconcierto por la experiencia:
«Soñé un campo de doma, donde una persona viene y me dice anda que te están llamando.» «Bueno ahí voy le digo.» Al ratito viene otra persona y me dice anda que se está enojando.
Cuando yo Miro para el campo de doma entre medio de ese montón de auto había un Renault 12 rojo. Cuando yo le dije anda que ya voy, la virgen apareció en el medio de ese Renault 12 rojo. Y Cuando la mire se dio vuelta así mi, me miró y se puso roja la virgen, toda roja.
Cuando me miró la virgen me tiro un balde de agua caliente desde la rodilla hacia todo el cuerpo, me despertó ese fuego no paré de llorar.
La historia no tiene explicación para muchos pero despertó en Marcelo una profunda fe, por ello toma las situaciones como como señales. Luego de esa noche visitó a su madre para ver si todos estaban bien, lo cual fue así. Al pasar un tiempo las señales y conexión con la Virgen de Itatí fue más profunda, ya que al salir siempre se encontraba con una imagen “Me encuentro con la virgen de Itati donde vaya”.
A causa de estos encuentros, Mendoza construyó su hogar y decidió pintar de color celeste, esto fue el primer paso de señal de fe. Por otra parte cuando recibió una imagen de la virgen como regalo, también realizó la capilla, ya que al introducir la virgen a su hogar comenzó a soñar continuamente el lugar donde debía hacer la construcción “Me hacía soñar el lugar donde quería estar, en ese lugar le hice su capillita”.
Como otro dato, manifestó que no tenía bandera en su capilla y que recordó que habían guardado en su hogar una tela la cual era el color y tamaño exacto para colocar la bandera en honor a la virgen.
Sin explicación aparente, cada vez que salía, se encontraba con la imagen de la Virgen de Itatí. Inspirado por estos encuentros, decidió emprender la caminata de 395 kilómetros desde la YPF el próximo viernes a las 18:00 horas. Su objetivo es llegar a Itatí para expresar su agradecimiento por la renovada fe que ha despertado en él, confiado en que si inicia su viaje el viernes, llegará el mismo día.
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