La abuela del niño fue a una iglesia de Sampacho y rezó. Lo que ocurrió fue impresionante.
Elian Amaya tenía cinco años y hasta esa edad no podía hablar. La familia llegó a pensar que podía tener autismo y lo llevaron a varios especialistas como fonoaudiólogos, psicólogos y neurólogos. Sin embargo, no tenían respuesta alguna.
Un día, la abuela del niño, Karen Amaya, viajó desde Río Tercero a Sampacho a visitar unos parientes. Durante su estadía, la llevaron a recorrer la zona y fueron hasta la iglesia donde se encuentra la Virgen de la Consolata. Allí, la mujer pidió un milagro.
Luego de cuatro meses, la familia se llevó una sorpresa: el niño comenzó a hablar y hasta cantó el día de su cumpleaños. Frente a esto, la mujer afirmó que la Virgen escuchó su rezo y cumplió con el pedido.
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