Un grupo de devotos partieron este martes desde la Parroquia de Nuestra Señora del Rosario de Caa Catí, con destino a la Basílica de Itatí para unirse a los pueblos del Nordeste argentino que honrarán a la Virgen Morena el día 16 de julio, en la Coronación de la Virgen.
Se trata de una peregrinación de 150 kilómetros que les llevará cuatro días y con un pronóstico del tiempo poco favorable ya que anoche fueron alcanzados por la fría lluvia, sin embargo esto no hizo que abandonen su travesía.
La marcha a caballo y en carretas se da por la Ruta Provincial Nº 5. Llevan con ellos una imagen de la patrona del pueblo, Nuestra Señora del Rosario de Caá Catí.
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El pueblo “paceño” lleva más de cuarenta años de tradición cumpliendo con esta peregrinación.
Según está previsto, luego de cabalgar 100 kilómetros se unirán a los sanluiseños para llegar a Itatí. Encabeza la agrupación la imagen de San Jorge Peregrino, de Palmar Grande.
La partida del contingente cumplió con el programa previsto e inició la marcha desde la iglesia Parroquial a las 8.La primera parada para concretar el almuerzo se desarrolló en el paraje Angostura, en la Ruta 13 (domicilio de Adolfo Brizuela). Finalizado el primer descanso peregrinaron hasta la localidad de Berón de Astrada; más precisamente en el Hípico, donde pernoctaron.
De acuerdo con la programación que prevé la organización, este miércoles 12 retomarán el itinerario a las 8 y desde allí continuarán viaje hasta llegar al Cristo Peregrino ubicado a la vera del arroyo Santa María en la Ruta Nacional 12, donde almorzarán. Ese día harán noche en el paraje Valencia.En la tercera jornada de peregrinación almorzarán en Scorza Cué, para luego llegar hasta la localidad de Palmira, donde pasarán la última noche “en trayecto”.
El día 14 es el día fijado para llegar a la Basílica. Luego de hacer noche en Palmira, saldrán a las 6 de la mañana para hacer el último tramo del trayecto. Se agruparán en el paraje Yacareí a las 8.30 aproximadamente, desde donde ingresarán por el atajo.
El ingreso a la localidad de Itatí se estima para las 11.
Cada devoto al que se consulta explica que no se trata sólo de ir a caballo, sino que es un viaje interior de cada uno de los peregrinos, donde se reencuentra con sus orígenes y sus sentimientos más profundos. Gran parte del viaje se hace en silencio, y es una etapa de mucha reflexión y donde cada peregrino siente que encuentra paz, reconciliación y analiza ciertos momentos de la vida.
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El pueblo “paceño” lleva más de cuarenta años de tradición cumpliendo con esta peregrinación.
FUENTE: DIARIO NORTE Y REDES SOCIALES CAÁ CATÍ
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