La celebración eucarística reunió a más de la mitad de la población del país del Sudeste Asiático. Es la segunda vez que un Papa visita el estado, luego de que San Juan Pablo II asistió en 1989.
Cabe destacar que, aunque otras misas papales han congreado a millones de personas en países más poblados, se cree que la multidad que se acercó la misa de Francisco representó la mayor participación en un evento papal de la historia, en términos de proporción de población.
Durante la homilía, el Sumo Pontifice invitó a los presentes a “no tener miedo de hacerse pequeños ante Dios, y los unos ante los otros”. Además, recordó a los feligreses que “haciéndonos niños permitimos el amor de Dios.”
Al periplo más largo del papado de Francisco le queda una parada más para el día mañana: Singapur. El destino será el último de la travesía del Papa por Asia y Oceanía. Allí estará hasta el viernes, para luego volver a la Ciudad del Vaticano.
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